La tubería de PE está hecha principalmente de material de polietileno. Desde su estructura química, las moléculas de polietileno tienen una alta proporción de carbono e hidrógeno. Esta estructura hace que la tubería de PE sea fácil de quemar cuando se encuentra con una fuente de fuego. Cuando la tubería de PE entra en contacto con con una llama abierta, la llama se propagará rápidamente y seguirá liberando calor durante el proceso de combustión, lo que favorecerá la intensificación de la combustión. En algunos casos de accidentes de incendio, la tubería de PE sin tratamiento especial no solo se quemará rápidamente cuando se produzca el incendio, sino que también se convertirá en "cómplice" de la propagación del fuego, lo que representa una grave amenaza para la seguridad del personal y la propiedad. Por lo tanto, en el pasado, la tubería de PE tenía una aplicación limitada en escenas con altos requisitos de protección contra incendios debido a una retardancia de llama insuficiente.